Conocer la historia de Roland Fryer nos hace creer otra vez en el gran sueño americano de que alguien de las clases bajas puede llegar donde él se proponga a base de sudor y esfuerzo (bueno y en este caso con una mente privilegiada). Roland era un traficante que con 18 años y gracias a sus dotes en el deporte consiguió una beca universitaria. A partir de ahí, sólo subir, empezando a los 27 como professor en Harvard y más recientemente obteniendo el II Premi Internacional Calvó-Armengol 2012.
Roland Fryer estudia como aplicar incentivos en los estudiantes de los barrios más pobres que no muestran ningún tipo de interés en estudiar. "Pagar por aprender a aprender" le llaman.
Y aunque los resultados son abrumadores y respaldan esta teoría a mi me da que pagar a los que no quieren estudiar hacer que los que quieren estudiar por motivos como la curiosidad o las ganas de aprender se vean desplazados, ¿no?
Pues eso, aquí os dejo con el speech que dio en junio pasado en Barcelona, así como una entrevista en La Contra de La Vanguardia.
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